Oh, mi país…
Oh, mi país
Ensombrecido por nubes, oscuras,
oculto bajo noticias,
te has vuelto un nudo de ansiedad,
cubierto de polvo y confusión.
Aquello que, demasiado viejo, se rompió
necesita ser cambiado,
y tan solo quedará la luz,
que ha nacido en nosotros,
Oh, mi país…
Oh, joven del collar de cañas,
cuyas formas son interminables.
De mil colores se tiñen
un millón de clérigos y santos.
Y los vivos, y los muertos, todos juntos,
se han levantado y han vuelto a gritar,
se han levantado juntos,
se han levantado y han vuelto a gritar
“mi libertad es mía y de nadie más”.
No se hereda.
Oh, mi país…
Oh, el que se ha tragado el filo de la espada,
y cuyas mejillas se han ahogado en llanto.
Oh, el que no se doblega por tierra.
Oh, el que no se doblega por mar.
El que abraza a los dos pueblos.
Siempre que te pregunto
¿Por qué ahogas a ambos?,
Me susurras: “Juntos…desde Alepo a Palestina”,
una promesa que no olvidaremos,
Oh, mi país…
Oh, viernes del cambio, oh, viernes de la liberación,
del pensamiento, de la excomulgación y de la destrucción.
Oh, viernes de los desposeídos, de los oprimidos, de los que nada tienen,
de los derrotados.
Oh, viernes del honor, de echar agua
sobre el fuego de las vides.
Oh, viernes de los barrios, de la
carrera y del destino.
Oh, viernes de aquel cuyo cuerpo
fue lacerado por el viento
La pasividad nos ha carcomido
Oh, viernes de quienes vimos
como el plomo se
derramaba entre nuestros
dientes como la brida.
Ofuscados, sentados, dudando
lo llamaremos viernes del
falafel,
¿o por qué no viernes del
algodón?
La gente ha inventado su propio
sentido de la justicia
y trotan a su ritmo como una
manada de caballos
Se llamará viernes de nuestra
tierra.
Oh, mi país…
¿La libertad de quien te guía
a casa de la familia por la
tarde…y te pasea por el barrio
y te viste de cuadros dibujados
Con tiza…?
“Iremos…a millones.
Ya no queda humillación y
la muerte
Se precipita hacia mi…
Con el pisoteo de los
traidores.
Traidor…su pueblo está a punto
de completar el camino…
Y el que no se acerque
se quedará sin sitio
el día prometido”
¿La libertad de quién te
dibujó?
A fin de cuentas, lo que
verdaderamente importa es la
libertad
libertad,
cómo brillas
en una noche que se ha
Aclarado…
Oh, mi país…
Oh, mi gente del color
del cielo,
de la arena
Y de la hierba.
Juntos rezamos y juntos
nos embriagamos,
juntos dejamos que las
ropas del pasado
se alejen a lomos de las
gacelas.
Juntos decimos que Dios
es grande
juntos tocamos las
campanas,
juntos florecemos,
juntos dibujamos el sol en las
mejillas de las jóvenes,
juntos sudamos, jóvenes de
cuerpos dorados,
juntos aman los espejos del
deseo,
y recuerdan débilmente la
humillación del pasado.
Quieren gritar: “levantaos y
deshagámonos juntos de la desdicha”
mi gente que, hace un mes
o dos, floreció…
No olvidéis que nuestra
tierra es más grande,
y que el conjuro ha
desaparecido hace tiempo.
La llave es que te impliques
hermano, como ser humano que eres
tu gente y la mía en el
pasado dejaron
en nuestros
corazones una vela
para que nos guíe,
¿Dónde está la esperanza
gentes mías?
Pobres de nosotros,
si no fuera porque dentro
tenemos una luz que nos guía
hacia donde ir…